domingo, 31 de octubre de 2010

Where best guard ever happens

El despegue de la temporada NBA tuvo lugar el pasado martes. Los equipos han jugado apenas tres partidos, por lo que no nos podemos adelantar a celebrar el fracaso de The Biggest Three o aseverar que los Nets serán el equipo revelación del campeonato. Sin embargo, sí que podemos a empezar a intuir los derroteros que tomaran algunos combinados que, o bien han hecho los movimientos aparentemente adecuados en el mercado estival, o bien han sufrido graves mermas en su plantel de jugadores.

En el segundo grupo encuadro a mis Suns. A pesar de la derrota aplastante infligida a los seminuevos Jazz, el año se presenta complicado para los de Arizona. En mi mente va tomando forma una posibilidad desalentadora. La idea de que un base de la talla de Steve Nash se retire sin un anillo que enfundarse en el dedo. La idea de que un 2-time MVP como él no alcance la gloria que supone ganar un campeonato en la mejor liga del mundo.

Steve cuenta ya 36 primaveras y, a pesar de lucir un juego incombustible y un rendimiento impecable, su declive y posterior retirada parecen, a todas luces, inminentes. Es por ello que, desde mi rincón, quiero dedicarle un pequeño homenaje. No me pidáis demasiada objetividad. Es mi jugador favorito, siento por él una gran admiración, tanto por lo que hace fuera cómo por lo que hace dentro del parqué. No por nada este blog lleva por nombre un guiño a su juego.

Repasaremos sus éxitos y sus fracasos. Sus logros y sus anhelos. Sus altos y sus bajos. A fin de cuentas, su trayectoria y su legado.

Here I am

El canadiense pone el pie en la liga en el año 1996. Drafteado en el decimoquinto puesto de la primera ronda por los Phoenix Suns. En su primer año, no lograría llamar la atención de su público ni de su entrenador, pero poco a poco, iría ganando protagonismo en las rotaciones y mostrando destellos de la gran calidad que albergaba en su interior. Después de dos años en el desierto de Arizona, Nash es traspasado a los Mavs. 

En Dallas comparte vestuario con su gran amigo Dirk Nowitzki, y comienza a consolidarse poco a poco como un base a tener en cuenta dentro de la competición. Después de una lesión que le mantuvo fuera del terreno de juego durante 25 partidos, vuelve a las canchas, demostrando que todos aquellos que le criticaban, erraban rotundamente. Es en esta estapa cuando Steve comienza a consolidar su media anotadora y su rol como playmaker, organizando de alguna manera el juego del conjunto tejano en torno a su capacidad de crear huecos a partir de la nada. Comienzan las apariciones en el tercer equipo All-Star.

Let see what you've got

Su contrato con Dallas expira, y a pesar de que el equipo desea retenerle, los de Arizona, el mismo conjunto que unos años atrás le escogió con el nº15 en el draft, le quieren de vuelta. Las condiciones que le ofrecen son mejores, y Nash acierta de pleno. Aquí comienza su reinado sin corona —sin anillo—. El Run 'N Gun.

Bajo la batuta de Mike D'Antoni, estos Suns, los de Nash y Stoudemire, acompañados siempre de algún que otro jugador de considerable talla, encandilan con su juego eléctrico a medio mundo. La sobresaliente dirección de juego que impone sobre los suyos, unida a los notables récords conseguidos en temporada regular, bien le valen los dos galardones Maurice Podoloff con los que es premiado en 2005 y 2006. Dos MVPs consecutivos, gesta que muy pocos en la historia de la NBA han logrado.

Rise & fall... & rise

A pesar de deslumbrar durante la temporada con un juego eficaz a la par de entretenido, parece ser que el Run N' Gun no da sus frutos en forma de anillo. Su mejor ocasión para conseguirlo, se vio enturbiada en una serie contra los Spurs. Partidos comprados, jugadores que rompen narices de manera gratuita, árbitros corruptos que acaban en la cárcel escribiendo libros sobre su propia corrupción... no voy a empezar, porque sé que no acabo.

Hay quién sostiene que los anillos se ganan desde la defensa. No seré yo quién ponga esa sentencia en tela de juicio. Al menos, no en este momento. En cualquier caso, D'Antoni decide marcharse a la Gran Manzana, y el conjunto de Arizona parece quedar huérfano. Con la llegada de Terry Porter al banquillo y de Shaq a la cancha, el Run 'N Gun se ve repentinamente muerto y enterrado. El equipo comienza a defender y se olvida del desparpajo que tantas alegrías le había dado hasta el momento. Porter es depuesto del cargo de entrenador para dejar lugar a Alvin Gentry, y Shaq deja Phoenix para tomar el camino que lleva a Cleveland.

Con la vuelta al juego rápido y ofensivo, decisión del nuevo coach, los Suns dan la sorpresa y se plantan el pasado año en la final de conferencia contra los omnipotentes Lakers. Nash demuestra que sabe jugar a esto, con o sin D'Antoni de por medio. Entretanto, D'Antoni demuestra que sin Nash las cosas se complican. Después de vengarse de los Spurs, barriéndolos de la post-temporada con un 4-0, Steve y los suyos caen dignamente frente a los de Phil Jackson.

What about now?

El pasado verano, STAT y Barbosa abandonan la nave, dejando atrás un proyecto que parecía estancado. Nash vuelve a quedarse relativamente solo, pero no por mucho tiempo. Los fichajes de Childress, Turkoglu y Warrick no tardan en producirse. Refuerzos que, a primera vista, no parecen tapan los huecos dejados por Amar'e y Leandrinho. Pero con un generador de juego como Steve, nunca se sabe.

Es muy posible que Steve se retire sin el campeonato que merece, entrando a formar parte de ese club de leyendas que no consiguieron alcanzar su objetivo último. Hablo de Kemp, Malone, Stockton, Barkley, Robinson, Miller... Pero hay cosas que sí ha conseguido y de las que muy pocos pueden presumir. Revolucionar el baloncesto de la última década, desarrollar un juego imprevisible y delirante a la par que efectivo, hacer mejores a todos y cada uno de los compañeros con los que ha compartido vestuario...


Sí, es posible que se retire sin degustar las mieles del anillo. Pero, ¿quién necesita un anillo cuándo ha conseguido que millones de personas disfruten el baloncesto como nunca antes lo habían hecho?


Anyway. In Nash we trust.

domingo, 24 de octubre de 2010

I love this game

I am 
The pick and the roll
The three and the post
The dunk and the block

I am
The pass and the shot
The press and the foul
The bench and the court

I am
The fast and the slow
The jump and the fall
The air and the floor

I am
The rookie and the old
The big and the small
The free and the coach
The team and the void

I am
The brain and the blood
The net and the board
The rim and the clock
The perfect score

I am
The ball

Don't leave me alone

domingo, 17 de octubre de 2010

Plantillas NBA 2010/2011 (3 de 3)

Nos vamos acercando cada vez más al arranque del frenesí NBA. Tanto que algunos ya vamos contando los días. Y es que la pre-temporada es entretenida, sí, pero no deja de ser un mero aperitivo, un entrante que sólo permite intuir lo que viene detrás. El plato fuerte. Estos partidos hacen las veces de termómetro. En cierto modo, dan una idea de lo calientes que están los diferentes combinados. Pero más allá de eso, son simplemente una piedra de toque en la que los equipos no lo dan todo. Experimentan, ensayan, examinan, comprueban, estudian, tantean... pero dejan de lado lo realmente importante: competir.

Let's go.

División Sureste

Atlanta Hawks: nos encontramos ante otro de esos conjuntos que no consiguen quitarse de encima el cartel de «eterna promesa». Cuentan con una plantilla más que competitiva, una plantilla que prácticamente garantiza su presencia en Playoffs. Pero más allá de eso, y basándonos en los resultados de años anteriores, no encontramos mucho más. En el Este sólo sobreviven los más fuertes. Si tenemos en cuenta a Magic, Celtics, Heat, Bulls... el camino de los Hawks parece adquirir un cariz ligeramente más tortuoso. Veremos si este año son capaces de dar el salto.

Charlotte Bobcats: la joven franquicia de Carolina del Norte parece comenzar a asentarse en esta liga. El año pasado, tras el fichaje del capitán Jackson, consumaron la gesta de colarse en post-temporada. Se toparon con unos Magic intratables, que no mostraron ninguna piedad por sus rivales y acabaron volviendo a casa de vacaciones más pronto de lo soñado. Pero, probablemente, con la gratificante sensación de haber ascendido un escalón en la jerarquía de la liga más competitiva del mundo. Ahora sólo deben continuar con esa tendencia positiva.

Miami Heat: estaba impaciente por llegar a ellos. Asustan. Bosh, LeBron y Wade. Juntos. Tres de los diez mejores jugadores del mundo en un mismo equipo. Y sin embargo, no creo que vayan a ganar un anillo. Al menos, no este año. Primero, han de demostrar que funcionan como bloque. Bosh es un tipo con cabeza, no creo que cause demasiados problemas. Wade y él se entenderán bien. El problema, desde mi punto de vista, radica en el autoproclamado King. El baloncesto, cómo cualquier otro deporte, se rige por unas normas. Entre ellas, hay una que especifica que sólo se puede jugar con un balón. Acostumbrado como está, a ser el objetivo de todos los focos, James deberá asumir que la estrella en Miami es Wade, y no él. Por muchos anillos que le dé a los de Florida, Wade siempre les habrá dado uno más. Cómo ya he dicho, no les auguro un éxito demoledor como el que se espera. Al menos, no de inmediato. Por otra parte, y subjetivamente, no me gusta The Biggest Three. Su Majestad lo expresó con una claridad meridiana. «Yo no llamé a Bird y Magic para montar un equipo. Lo que yo quería era ganar a esos tipos». Amén.

Orlando Magic: un gran equipo. Esto no admite discusión de ninguna índole. Pocos movimientos en el mercado veraniego, por lo que mantienen un conjunto sólido sin apenas novedades. La más destacable, la pérdida de Matt Barnes, un suplente que aportaba minutos de calidad desde el banquillo. Minutos de los que ahora disfrutaran los omnipotentes Lakers del tío Phil. Cuentan con el mejor pívot de la competición, y probablemente, del mundo. No es el más grácil, ni el más elegante, ni el más técnico, pero sí el más dominante. Y a fin de cuentas, eso es lo que importa en este juego. Orlando seguirá dando guerra, señoras y señores.

Washington Wizards: cerramos el Este con uno de los grandes tapados de este verano. El equipo de la capital ha hecho algunos movimientos muy interesantes y prometedores. Sí, ya sé que no han fichado a James, ni a STAT, ni a Bosh. Tampoco a Boozer, Jefferson o Pierce. De hecho, ni siquiera participaron en las pujas. Sin embargo, se han hecho con los servicios de jugadores de innegable valía, como Hinrich o Jianlian, a cambio de prácticamente nada. Tampoco nos olvidamos del regreso de Agent Zero y la incorporación del ilusionante John Wall, llamado a marcar una época en esta competición. Serios candidatos a ser uno de los conjuntos que experimente un mayor crecimiento. Reconstrucción express, vaya.
 

División del Pacífico

Golden State Warriors:  brisas de cambio, las que soplan en California. El fichaje de David Lee podría devolverle la ilusión a este combinado. Monta Ellis es un jugador ya consolidado, mientras que Stephen Curry, el sophomore bombardero, seguirá creciendo con el equipo. A pesar de esto, parece claro que, salvo sorpresa mayúscula, no aspiran a mucho más que a ser un caramelo para algún equipo más fuerte en post-temporada. Aunque eso pensaban todos en 2007 y dieron la sorpresa contra Dallas. Esto es la NBA, damas y caballeros, no lo olvidemos. Ya sabéis. Where never meant to happen happens.

Los Angeles Clippers: el hermano pobre de los Lakers tiene una razón para sonreír este año. Se llama Blake Griffin. Esa bestia parda que nos dejó con la miel en los labios el pasado año por motivo de su prematura lesión en pre-temporada. Está demostrando que es un dominador nato en la pintura, y que puede formar una pareja interior temible junto a Kaman. Esto, sumado a nombres como Davis o Gordon, resulta en unos retales que, bien hilvanados entre sí, pueden dar lugar a un tejido firme y resistente. Tal vez les haya llegado la hora a estos chicos de poner los ojos en junio.

Los Angeles Lakers: los actuales campeones mantienen un bloque de garantías. En mi opinión, se han reforzado con acertado criterio este verano. Steve Blake y Matt Barnes aportarán minutos de calidad como suplentes (tal vez, incluso puedan colarse eventualmente en el quinteto titular). Y qué decir del resto. Siguen contando con el mejor jugador del mundo, un tal Kobe Bryant, creo, escoltado por un perro de presa como Artest, el —casi— siempre cumplidor Odom, un frágil Bynum y sobre todo, nuestro siempre grande, tanto dentro como fuera del parqué, Pau. Les auguro el threepeat. Y puesto que no confío demasiado en las posibilidades de mis nuevos Suns, espero no equivocarme.

Phoenix Suns: llegamos a mi equipo. Los chicos del eternamente joven Nash. El base que con 36 años, juega como si de un chaval de veintipocos se tratase. El juego eléctrico, las asistencias imposibles, los contraataques inesperados. El Run 'N Gun. STAT nos ha dejado, y en el desierto de Arizona huele a reconstrucción. Nash empezará a apagarse más temprano que tarde, pues los años, incluso en su caso, no perdonan. Amar'e se entendía con él a la perfección, llevaban 8 años formando una de las duplas dentro-fuera más temidas del campeonato. Pero Amar'e ya no está. Ha vuelto con D'Antoni a la Gran Manzana. Para suplirle, contamos con Childress, Warrick y Turkoglu. Hemos perdido fuelle, sin duda. Pero el año pasado dimos la sorpresa. Y tal vez López siga creciendo como amenaza interior. No nos engañemos, lo más probable es que un 2-time MVP como Nash se retire sin probar la gloria del anillo. Pero la esperanza es lo último que se pierde. WE ARE ORANGE.

Sacramento Kings: cerramos el análisis de plantillas con el conjunto de California. El joven Tyreke y los suyos aspiran a ser la sorpresa de la temporada. El rookie del pasado año confía en García, Dalembert, Casspi, Cousins y demás para revivir la fiebre King. En Sacramento no paladean las mieles de la post-temporada desde 2006, pero este año podrían conseguirlo. Hablamos de clasificarse, no de pelear una vez llegados a ese punto. Las ambiciones con forma de anillo deberán esperar al menos un par de años más. Talento y juventud son dos buenos ingredientes para la receta del éxito, pero a largo plazo. Dejemos madurar a Evans y a sus chicos un tiempo. Tal vez entonces ya estén preparados para dar un golpe de estado en la mejor liga del mundo.


Concluido el análisis de las plantillas, sólo queda esperar. Esperar, y, entretanto, alimentar el debate, realizar pronósticos, albergar esperanzas, asumir decepciones... lo que solemos hacer los aficionados a este deporte. A cualquier deporte, de hecho. 

Por otra parte, no puedo cerrar el artículo de hoy sin dedicarle unas palabras a uno de los más grandes de entre los grandes en el mundo de la canasta. El hombre de las camisas chillonas, las pajaritas extravagantes y la calva reluciente. El inventor del Tiki Taka, los motes calculados con escuadra y cartabón, las tonadillas pegadizas... El pionero con el que crecimos, viendo a Jordan maravillar al mundo entero. El genio que nos ha acompañado en la Edad de Oro del baloncesto español. Sin ti, la vida hoy es un poco menos maravillosa. Te echo de menos, don Andrés. Descansa en paz.


Siempre Montes.

domingo, 10 de octubre de 2010

Plantillas NBA 2010/2011 (2 de 3)

Dos semanas largas para el despegue de la mejor liga del mundo, y seguimos con el análisis de los diferentes rosters. Mientras tanto, y para ir abriendo boca, nos deleitamos con caramelos como ese con el que nos obsequiaron Lakers y Barça el pasado jueves. Una exhibición de verdadero BA-LON-CES-TO, que diría un tal Pepu. Pero no nos confundamos. A todos aquellos que juran y perjuran que el Regal Barcelona sería un equipo competitivo en NBA, me gustaría recomendarles que bajasen de la nube. Ganaron a unos Lakers a medio gas, cosa no poco meritoria, pero no estaría de más repetir el partido allá por abril. Por otra parte, mencionar el ritmo frenético de la temporada NBA, que dista mucho de parecerse al de las ligas europeas. Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Hicieron un partido sobresaliente, pero de ese punto a lograr ser competitivo en la mejor liga del mundo, hay un largo camino. Y todo esto lo dice un simpatizante del equipo culé. Cierro el tema, que me dejo llevar y nos perdemos. Este domingo, iremos sobre las divisiones Central y Noroeste.

División Central

Chicago Bulls: la palabra «esperanza» vuelve a sonar como un eco que reverbera en la paredes del United Center. Una vez más, se han hecho una serie de movimientos prometedores. Carlos Boozer cuenta con la confianza de los de Illinois para formar, junto a Derrick Rose, un peligroso tándem dentro-fuera que bien podría ser la piedra angular de estos Bulls, que no han cesado en su búsqueda incansable de la fórmula para volver a lo más alto desde la marcha de aquel que fue el más grande jugador de todos los tiempos. His Royal Airness.  

Cleveland Cavaliers: el cielo de Cleveland está poblado de nubarrones. El CuLeBron acabó en desgracia para los de Ohio. En una desgracia bastante ridícula, si se me permite. El afán de protagonismo del sedicente King, el circo mediático que se montó alrededor de su figura, el anuncio en la televisión para acabar firmando por Miami... LeBron ha decidido dejar de jugar a ganar para empezar a jugar a no perder. Y en Cleveland van a pagar muy cara su decisión. El pilar maestro del eterno proyecto de asalto al anillo se ha derrumbado.

Detroit Pistons: la incógnita con estos Pistons se mantiene sin despejar. El proyecto sigue orbitando en torno a Hamilton, Prince y Big Ben. Después de la decepcionante actuación de Villanueva y Gordon en la pasada temporada, de los que se esperaba mucho más, parece claro que el núcleo seguirán siendo estos tres veteranos. También cuentan con un McGrady en sus últimos momentos, que, salvo sorpresa mayúscula, no nos deleitará, como hizo años atrás, con exhibiciones anotadoras. Además, necesitan un pívot de garantías (¿Greg Monroe?) para dar descanso al veteranísimo Ben Wallace. Tal vez, la sorpresa en Michigan la de ese chico nórdico llamado Jonas Jerebko. Un robo en toda regla. Seleccionado 39º en el pasado draft.

Indiana Pacers:  llegados a este punto, no sé muy bien por donde empezar. En realidad, la plantilla apenas ha cambiado, el equipo sigue girando en torno a Danny Granger, jugador de gran talla, pero insuficiente para levantar a un combinado en permanente reconstrucción por sí solo. Desde el incidente Artest, en Indiana no levantan cabeza. Más de uno vive todavía en tiempos del Killer.

Milwaukee Bucks:  Delfino, Ilyasova, Jennings, Redd, Salmons, Maggette... estos Bucks tienen mimbres para formar algo medianamente competitivo. Hablamos de Playoffs, damas y caballeros. El año pasado dieron el paso, se clasificaron. En el año presente, el señorito Jennings tendrá que demostrar que es tan bueno como dice ser, y tirar del carro. Y no precisamente en el aspecto anotador. Tendrá que aprender a involucrar más a sus compañeros, si quiere que los engranajes giren debidamente. No pongo en tela de juicio su calidad, a mi entender, incuestionable, pero tal vez debería aprender un poco de otros bases como Paul, Nash, Deron... y jugar un poco más por y para el equipo. Y sí, soy plenamente consciente de que es un base anotador.


División Noroeste

Denver Nuggets: la eterna promesa. Destacamos el fichaje de Al Harrington, aunque está por ver si realmente cobra importancia en las rotaciones. Los de Colorado mantienen una plantilla más que competitiva, pero que no termina de despegar. Tal vez sea esa la razón que impulsa a Anthony a buscar una salida. Es muy posible que, al igual que le sucedió a STAT con los Suns, sienta que el proyecto es viable, pero ha quedado estancado. O lo mismo es que simplemente siente envidia de LeBron y ha decidido hacer lo que él, coger a dos colegas y reventar el campeonato. Quién sabe. Cuánto daño ha hecho a la competición The Biggest Three.

Minnesota Timberwolves: los lobos han dejado marchar a aquel que, según algunos vaticinaban, sería el sucesor de Kevin Garnett. Ahora siguen sumidos en el constante proceso de reconstrucción al que nos tienen acostumbrados. Salir del purgatorio pasa por la consolidación de Flynn, Love, y el recién llegado Beasley, como jugadores de cierta talla. A veces da la impresión de que en Minnesota están sumidos en un proceso de letargo, esperando el desembarco de Ricky. Pero el chico maravilla no hace milagros. Al menos por el momento. 

Portland Trail Blazers: los de Oregon mantienen un combinado de relativas garantías, pero no terminan de despegar. Ha habido un considerable baile de fichajes en los últimos meses, aunque ninguno de verdadero peso. Tal vez Roy no sea suficiente y necesita algún apoyo. O apoyos, más bien. Por otra parte, estaremos pendientes de Greg Oden, «Don Cristal », para los amigos, si las lesiones deciden respetarle al menos durante un año. Así tal vez consiga mostrarle al mundo por qué fue elegido por delante de Durant en el draft de 2007. Cómo último detalle, la telenovela que protagoniza el mallorquín debe terminar. McMillan, deja de fichar aleros y decídete.

Oklahoma City Thunder: estos chicos fueron los protagonistas de una de las mayores y más gratas sorpresas de la competición en la pasada temporada. Un conjunto en su segundo año, recién desmantelado y buscando estabilidad, que cierra la temporada con un balance de 50-32. Asombroso. Aquello de enseñarle los dientes a los omnipotentes Lakers en post-temporada tampoco estuvo nada mal. Buena culpa del milagro la tiene Kevin Durant, ese chico cuya facilidad para encestar me recuerda a la de —no me culpéis, no puedo evitarlo— Jordan en sus días malos. Pero no todo el mérito es suyo. Está rodeado de un grupo de jugadores jóvenes de increíble talento. Auguro que estos chicos marcarán el futuro de la competición en los próximos años, siempre que consigan mantener el conjunto unido y cohesionado.

Utah Jazz: acabamos por hoy con los de Salt Lake City, cuna de los mormones. Dirigidos por el brillante base, Deron Williams, los chicos de Sloan han conseguido hacerse con Raja Bell y Al Jefferson, dejando marchar a Carlos Boozer. Bell es un experto defensor, un perro de presa que además luce un acierto considerable desde la larga distancia. Por otra parte, el cambio Boozer-Jefferson puede resultar provechoso para el equipo. Jefferson es más joven. Eso es un dato objetivo. Además, diría que tiene un techo más alto que alcanzar que el nacido en Alemania. Eso es una impresión subjetiva. Sólo queda esperar que el físico no le traicione, por todos es bien sabido que Al es un asiduo de la enfermería. De ser así, los Jazz contarán con un equipo capaz de batirse el cobre con casi cualquiera en post-temporada.

El domingo próximo cerramos el análisis con las divisiones Sureste y del Pacífico. Más allá, el 26 de octubre para ser exactos, arranca la temporada. Hasta entonces, y como siempre, animo al debate y a la crítica.


Un saludo.

domingo, 3 de octubre de 2010

Plantillas NBA 2010/2011 (1 de 3)

Seguimos estando a un mes escaso del comienzo de la temporada y la sequía que no cesa, pero ha asaltado mi mente una idea que considero bastante acertada. Haré un recorrido por las plantillas de los diferentes conjuntos, evaluando fichajes, sopesando expectativas y realizando pronósticos. El problema radica en que la mejor liga del mundo cuenta con treinta equipos en su haber. Por ello, dividiré el análisis en tres partes, de dos divisiones cada una, Este y Oeste. Hoy, Suroeste y Atlántico.


División del Atlántico

Boston Celtics:  Jurassic Celtics, Boston Geriatrics... son una pequeña muestra de los muchos apodos que se le han dado a esta franquicia histórica después del mercado estival. Y no sin razón. Allen, Pierce, Garnett... nombres que en otro tiempo causaban pavor si vestían una misma equipación. Si a esto le sumamos a los dos O'Neal, hace unos 10 años estaríamos hablando de dinastía. Pero estamos en 2010, y estos chicos, que siguen derrochando clase y talento —unos más que otros—, han pasado ya su mejor momento. El único jugador que reúne juventud y verdadero talento es Rondo, ese base excéntrico y brillante que en tiempos de Playoffs parece ser poseído por el mismísimo Jason Kidd. A pesar de todo, estamos hablando de Boston. Se meterán en post-temporada y darán mucha guerra. Por aquello de guardar las buenas costumbres.

New Jersey Nets: un equipo que prometía mucho antes del mercado de los agentes libres, y se ha quedado en nada. Todo apuntaba a un par de fichajes fuertes como pilares para la reconstrucción. No fue así. Su última baza, el flirteo con Carmelo Anthony, ha sido finalmente desechada. Les aguarda otro año rondando las últimas posiciones de la clasificación, luchando por evitar ser farolillo rojo. Siempre y cuando Harris, López y algún que otro rookie (un tal Favors, puede ser) no se combinen para formar un trío explosivo y dar la sorpresa. Difícil gesta, creo yo.

New York Knicks: otra franquicia que no ha cumplido las expectativas. El fichaje de STAT no es suficiente. No tienen una mala plantilla, ni mucho menos, pero resulta patente la falta de nombres decisivos, determinantes. A mi entender, dejar marchar a David Lee para traer a Stoudemire no ha sido una buena elección. Amar'e es un gran jugador, pero ha vivido toda su carrera de la mano de Nash. Es hora de comprobar si el grandullón puede o no caminar por su propio pie.

Philadelphia 76ers: no han hecho demasiados movimientos, el fichaje del Chapu es el más destacable, después de la adquisición del prometedor Evan Turner, que tiene mucho que demostrar en esta liga. Poco que decir con respecto a ellos, más allá de que tienen equipo para mejorar la actuación del pasado año y poco más. Probablemente no lleguen lejos en Playoffs, si es que consiguen clasificarse.

Toronto Raptors: cerramos división con los canadienses, equipo de nuestro Calderón. Un conjunto que a duras penas puede ocultar una cojera muy grave. La marcha de Bosh, la decepción de Turkoglu, el fichaje de Amir Johnson por un sueldo de estrella... noticias desoladoras y decisiones cuestionables para el equipo canadiense. En Toronto van a sufrir más de la cuenta este año. Calde, sal de ahí.


División Suroeste

Dallas Mavericks: ves la plantilla de los chicos de Cuban, ese niño caprichoso que habita en un cuerpo de 50 palos, y te echas a temblar. Luego recuerdas lo que llevan haciendo los Mavs los últimos años, y vuelves a respirar tranquilo. Este equipo tiene muchos nombres (Marion, Butler, Terry, Nowitzki...), pero sufren Dirkdependencia, y siempre pecan de lo mismo. Brillante temporada regular, bochornosos Playoffs. No pueden evitar desinflarse en post-temporada. En todos los arranques vivimos lo mismo. «Este año, sí». Veamos de lo que son capaces.

Houston Rockets: con Yao Ming seminuevo, y los buenos —brillantes movimientos que se hicieron en esta franquicia la pasada temporada, los Rockets aspiran a pelear duro en Playoffs. El único requisito indispensable es el asentamiento de Brooks y Martin como jugadores de nivel en la liga, algo que, a simple vista, parece inevitable.

Memphis Grizzlies: hogar de el mediano de los Gasol. Parece que por fin la guerra de egos en este conjunto se ha convertido en un problema controlable. Pero que nadie eche las campanas al vuelo. El que piense que el choque ha desaparecido, peca de ingenuo. Ahí tenemos a los señoritos Mayo y Gay para apearnos de nuestras ensoñaciones. En definitiva, un conjunto joven y prometedor, al que auguro una buena temporada regular y posiblemente, aparición en post-temporada, siempre y cuando sepa dejar la lacra del individualismo de lado.

New Orleans Hornets: Chris Paul es increíble, rezuma talento por cada uno de los poros de su piel. Un base brillante, en definitiva. Sólo le encuentro un defecto. No hace milagros. Hace unos cuatro años, pronosticaba un futuro alentador para Hornets y Magic. Contaban con los futuros mejores base y pívot de la liga, respectivamente. Con los Magic acerté de pleno. Los Hornets no han sabido moverse en el mercado para fichar lo que CP3 necesita a su lado. Y ahora están a punto de perderle. Pintan bastos en Nueva Orleans, me temo.

San Antonio Spurs: cerramos división y actualización con mis archienemigos. Hablamos de los chicos de Popovich y pasa exactamente igual que con los Mavs, pero en la dirección opuesta. Como incondicional de los Suns que soy, mi deber es desear que esta franquicia se hunda por un tiempo y cierre ciclo, a pesar de la profunda admiración que siento hacia Tim Duncan, ese gran desconocido. Los Spurs cada año, me dan esperanzas a principio de temporada, pero sólo para acabar dinamitándolas justo antes de Playoffs, allá por marzo o abril, cuando empiezan a carburar. A primera vista, los años les pesan, y deberían empezar a ser descartados como un rival peligroso. Espero que no se saquen de la manga a otro DeJuan Blair. Con los de Texas nunca se sabe. 2011 es año impar.


Opiniones, cábalas, previsiones, quinielas... bien sabéis que todo lo que aquí plasmo no son más conjeturas, fruto de la observación y reflexión pertinentes. Al fin y a la postre, el baloncesto se juega en una cancha, y es allí donde los jugadores han de demostrar dónde acierto y dónde yerro. Hasta que lleguemos a ese punto, animo al debate y a la discusión, siempre razonada y razonable. La semana que viene, más y mejor.


Un saludo.

P.D. Deseo felicitar desde aquí a nuestras chicas, que acaban de ganar el Bronce del Mundobasket contra Bielorrusia. Os merecéis un artículo dedicado exclusivamente a vosotras y mucho más, lamentablemente, yo no poseo los conocimientos necesarios para ello. Para hacer algo de mala manera, prefiero no hacerlo. ¡Enhorabuena equipo!