domingo, 31 de octubre de 2010

Where best guard ever happens

El despegue de la temporada NBA tuvo lugar el pasado martes. Los equipos han jugado apenas tres partidos, por lo que no nos podemos adelantar a celebrar el fracaso de The Biggest Three o aseverar que los Nets serán el equipo revelación del campeonato. Sin embargo, sí que podemos a empezar a intuir los derroteros que tomaran algunos combinados que, o bien han hecho los movimientos aparentemente adecuados en el mercado estival, o bien han sufrido graves mermas en su plantel de jugadores.

En el segundo grupo encuadro a mis Suns. A pesar de la derrota aplastante infligida a los seminuevos Jazz, el año se presenta complicado para los de Arizona. En mi mente va tomando forma una posibilidad desalentadora. La idea de que un base de la talla de Steve Nash se retire sin un anillo que enfundarse en el dedo. La idea de que un 2-time MVP como él no alcance la gloria que supone ganar un campeonato en la mejor liga del mundo.

Steve cuenta ya 36 primaveras y, a pesar de lucir un juego incombustible y un rendimiento impecable, su declive y posterior retirada parecen, a todas luces, inminentes. Es por ello que, desde mi rincón, quiero dedicarle un pequeño homenaje. No me pidáis demasiada objetividad. Es mi jugador favorito, siento por él una gran admiración, tanto por lo que hace fuera cómo por lo que hace dentro del parqué. No por nada este blog lleva por nombre un guiño a su juego.

Repasaremos sus éxitos y sus fracasos. Sus logros y sus anhelos. Sus altos y sus bajos. A fin de cuentas, su trayectoria y su legado.

Here I am

El canadiense pone el pie en la liga en el año 1996. Drafteado en el decimoquinto puesto de la primera ronda por los Phoenix Suns. En su primer año, no lograría llamar la atención de su público ni de su entrenador, pero poco a poco, iría ganando protagonismo en las rotaciones y mostrando destellos de la gran calidad que albergaba en su interior. Después de dos años en el desierto de Arizona, Nash es traspasado a los Mavs. 

En Dallas comparte vestuario con su gran amigo Dirk Nowitzki, y comienza a consolidarse poco a poco como un base a tener en cuenta dentro de la competición. Después de una lesión que le mantuvo fuera del terreno de juego durante 25 partidos, vuelve a las canchas, demostrando que todos aquellos que le criticaban, erraban rotundamente. Es en esta estapa cuando Steve comienza a consolidar su media anotadora y su rol como playmaker, organizando de alguna manera el juego del conjunto tejano en torno a su capacidad de crear huecos a partir de la nada. Comienzan las apariciones en el tercer equipo All-Star.

Let see what you've got

Su contrato con Dallas expira, y a pesar de que el equipo desea retenerle, los de Arizona, el mismo conjunto que unos años atrás le escogió con el nº15 en el draft, le quieren de vuelta. Las condiciones que le ofrecen son mejores, y Nash acierta de pleno. Aquí comienza su reinado sin corona —sin anillo—. El Run 'N Gun.

Bajo la batuta de Mike D'Antoni, estos Suns, los de Nash y Stoudemire, acompañados siempre de algún que otro jugador de considerable talla, encandilan con su juego eléctrico a medio mundo. La sobresaliente dirección de juego que impone sobre los suyos, unida a los notables récords conseguidos en temporada regular, bien le valen los dos galardones Maurice Podoloff con los que es premiado en 2005 y 2006. Dos MVPs consecutivos, gesta que muy pocos en la historia de la NBA han logrado.

Rise & fall... & rise

A pesar de deslumbrar durante la temporada con un juego eficaz a la par de entretenido, parece ser que el Run N' Gun no da sus frutos en forma de anillo. Su mejor ocasión para conseguirlo, se vio enturbiada en una serie contra los Spurs. Partidos comprados, jugadores que rompen narices de manera gratuita, árbitros corruptos que acaban en la cárcel escribiendo libros sobre su propia corrupción... no voy a empezar, porque sé que no acabo.

Hay quién sostiene que los anillos se ganan desde la defensa. No seré yo quién ponga esa sentencia en tela de juicio. Al menos, no en este momento. En cualquier caso, D'Antoni decide marcharse a la Gran Manzana, y el conjunto de Arizona parece quedar huérfano. Con la llegada de Terry Porter al banquillo y de Shaq a la cancha, el Run 'N Gun se ve repentinamente muerto y enterrado. El equipo comienza a defender y se olvida del desparpajo que tantas alegrías le había dado hasta el momento. Porter es depuesto del cargo de entrenador para dejar lugar a Alvin Gentry, y Shaq deja Phoenix para tomar el camino que lleva a Cleveland.

Con la vuelta al juego rápido y ofensivo, decisión del nuevo coach, los Suns dan la sorpresa y se plantan el pasado año en la final de conferencia contra los omnipotentes Lakers. Nash demuestra que sabe jugar a esto, con o sin D'Antoni de por medio. Entretanto, D'Antoni demuestra que sin Nash las cosas se complican. Después de vengarse de los Spurs, barriéndolos de la post-temporada con un 4-0, Steve y los suyos caen dignamente frente a los de Phil Jackson.

What about now?

El pasado verano, STAT y Barbosa abandonan la nave, dejando atrás un proyecto que parecía estancado. Nash vuelve a quedarse relativamente solo, pero no por mucho tiempo. Los fichajes de Childress, Turkoglu y Warrick no tardan en producirse. Refuerzos que, a primera vista, no parecen tapan los huecos dejados por Amar'e y Leandrinho. Pero con un generador de juego como Steve, nunca se sabe.

Es muy posible que Steve se retire sin el campeonato que merece, entrando a formar parte de ese club de leyendas que no consiguieron alcanzar su objetivo último. Hablo de Kemp, Malone, Stockton, Barkley, Robinson, Miller... Pero hay cosas que sí ha conseguido y de las que muy pocos pueden presumir. Revolucionar el baloncesto de la última década, desarrollar un juego imprevisible y delirante a la par que efectivo, hacer mejores a todos y cada uno de los compañeros con los que ha compartido vestuario...


Sí, es posible que se retire sin degustar las mieles del anillo. Pero, ¿quién necesita un anillo cuándo ha conseguido que millones de personas disfruten el baloncesto como nunca antes lo habían hecho?


Anyway. In Nash we trust.

2 comentarios:

  1. Steve Nash, uno de los mejores playmakers de toda la historia en la NBA, para mi sino el mejor, el mas espectacular. Gran articulo.

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  2. Coincido plenamente.

    Muchas gracias, socio

    (;

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