domingo, 1 de mayo de 2011

WE BELIEVE

Comienzos de mayo de 2011. La segunda ronda de los Playoffs da el pistoletazo de salida, y, a pesar de declararse como un devoto incondicional de los Suns, enamorado de la elegancia y la magia del incombustible Steve Nash, uno no puede evitar sentirse un poquito Grizzly en su fuero interno. 

Echemos la vista sobre lo acaecido un par de madrugadas atrás en el FedEx Forum. Poniendo los ojos en este pequeño pedazo de historia reciente, enfundarse la equipación de los de Memphis, aunque sólo sea de manera pasajera, resulta inevitable. Revisemos los antecedentes.

Temporada 2003-04

Memphis Grizzlies estrena aparición en post-temporada. Nunca antes el equipo había aguantado sobre el ring hasta estos compases. Sin embargo, aquí están. Años de esfuerzo y reajustes terminan germinando y dando por fruto el anhelado billete hacia los Playoffs. Con un Pau Gasol con todo por demostrar, bisoño, inexperto e imberbe, como adalid de esta particular cruzada, el modesto conjunto emprende la marcha sin demasiada convicción para acabar chocando contra un muro inamovible.

Sobredosis de realidad en forma de barrido —4-0— ante unos Spurs ya consolidados pero todavía jóvenes que terminarían por consumar una dinastía propia en la década del 2000. Llegar vivos hasta mediados de abril para ceder su plaza sin poder pelear ni tan siquiera un solo encuentro se antoja amargo trago.

Temporada 2010-11

Unos envejecidos San Antonio Spurs cierran una sorprendentemente brillante temporada regular, luciendo el mejor bagaje victorias/derrotas en el Oeste y alzándose con el primer puesto. El rival a batir no es otro que Memphis Grizzlies, un viejo conocido que se ha clasificado con el octavo puesto y, a priori, no debiera suponer origen de holgadas dificultades. En Texas respiran con alivio. El primer choque tiene lugar en AT&T Center. El favorito parte con la ventaja de campo que peleó con uñas y dientes durante el transcurso de la Regular Season. Los de Popovich son ajenos al milagro que en esos momentos se está fraguando frente a ellos.


El equipo que años atrás, liderado por el abanderado de nuestro baloncesto nacional, cayó ante el rival más fuerte, dejándolo incólume por completo, sin capaz de asestarle un único zarpazo en forma de victoria, se alza sobre su némesis. Esta vez, es otro de los Gasol el que, no como líder, pero sí como pieza clave, participa en la proeza. El hermano menor de aquel que desfalleció siete años atrás, el mediano de entre los de su estirpe, logra ver consumada su particular venganza y da el siguiente paso con firmeza. Los de Memphis escriben de su puño y letra su propio renglón en la historia como el tercer equipo que, en 64 años y desde un octavo puesto, consigue apear de la pugna por el título al primero de la promoción. Y el resto forma ya parte de la memoria colectiva de este deporte. Los Grizzlies nunca volverán a ser ninguneados.


Tal vez sea porque dejarse llevar por la épica que destila la victoria de David sobre Goliath conforme algo inherente al ser humano. 

Tal vez sea porque no deja de conmovernos que aquello que el hermano mayor no pudo acometer ayer, lo acometa el menor hoy. 

Llegando al terreno personal, tal vez sea porque aún me duele que hayan sido precisamente estos Spurs los que dejaron sin opciones de alcanzar el anillo a los Suns durante los últimos diez años. 

O tal vez todo gire en torno al hecho de que todos aquellos que llevamos teñida la sangre con los colores de nuestro equipo, alguna vez nos hayamos visto forzados a gritar hasta perder la voz una consigna que, situada lejos de efectismos, se muestra clara, firme y simple. WE BELIEVE.


Un saludo.

2 comentarios:

  1. Tioo un articulo excepcional, estos Grizzlies me recuerdan a los Golden State de hace 5 años en los que se enfrentaban a los Mavs 1º en la regular season y un equipo muy superior a los Warrios pero que estos al grito de querra de WE BELIEVE consiguieron la proeza de ganarlos

    Un saludo crack, Adrian Air Jordan

    ResponderEliminar
  2. En efecto, hay un guiño solapado en referencia a la proeza de los Warriors en los Playoffs de 2007. Me alegra ver que no pasa desapercibido.

    Muchas gracias, crack! (;

    ResponderEliminar