domingo, 27 de marzo de 2011

Con uñas y dientes

Chicago Bulls, Boston Celtics, Los Angeles Lakers, San Antonio Spurs... lo de siempre en boca de todos. Combinados fijos en la práctica totalidad de las quinielas, con una presencia en muchos casos ya asegurada en post-temporada.

New York Knicks, Phoenix Suns, Memphis Grizzlies, Indiana Pacers... la otra cada de la moneda. Equipos que, llegados a este punto de la temporada, han de pelear cada encuentro hasta desfallecer para conseguir el billete hacia los Playoffs, o bien para evitar que algún otro se lo quite del bolsillo en un descuido.

Se habla mucho de los primeros. Nosotros nadamos a contracorriente.

New York Knicks (7º equipo en el Este || 35-38)

El final del MeloDrama se saldó con un supuesto triunfo aplastante de los Knicks sobre todos los aspirantes y el desembarco de una auténtica tropa de jugadores de perfil medio en la plantilla de los Nuggets. Con el trío Billups-Melo-Amar'e los Knicks amenazaban con destrozar todas las previsiones en la Conferencia Este. Sobre el papel, a la inmensa mayoría le sonaba bien.

Unos pocos, a pesar de los fuegos artificiales, apuntábamos que los de la Gran Manzana, a pesar de haberse llevado el premio gordo, habían realizado un desembolso tal vez demasiado cuantioso. Vendiendo a todo tu banquillo para traer al Madison a estrella y media poblarás miles de portadas, pero no necesariamente ganarás anillos. Los Knicks han hecho una apuesta arriesgada, y no parece haberles salido bien. Al cierre, concatenan 6 derrotas consecutivas, y su juego de bloque ha quedado disuelto entre dos jugadores que parecen solaparse —Melo y STAT—. No seré yo quien albergue dudas sobre lo que los Knicks serán capaces de hacer el año próximo, pero son pocos los que se aventurar a augurarles un anillo en 2012.

Impresiones: la clasificación para PO por la mínima le sabrá a poco al aficionado Knickerbocker medio. La locura desatada en los despachos del Madison buscaba algo más.


Indiana Pacers (8º equipo en el Este || 32-42)

Desde que Reggie Miller anunciase su retirada, los Pacers son el equipo sin estrellas por excelencia. Danny Granger es un jugador de calidad indudable, pero no parece poseer ni el carisma ni la capacidad de liderazgo para colgarse los galones de jugador franquicia en un proyecto con aspiraciones sensatas. Los de Indiana necesitan algo más.

Entretanto, contando únicamente una plantilla sin demasiado brillo ni ornamentos, se colocan en posición de Playoffs, si bien es cierto que el Este no se caracteriza por un sobresaliente nivel competitivo. Sea como fuere, no son muchos los capaces de conseguir tanto teniendo tan poco.

Impresiones: los Bobcats vienen de encontrarse con su juego, tras la desolador partida de Gerald Wallace, mientras que los Pacers muestran dudas en los momentos decisivos. Peligra el billete a la post-temporada.


Memphis Grizzlies (8º equipo en el Oeste || 40-33)

Comparando récords entre Grizzlies y Pacers, resulta ostensible la diferencia entre el nivel de una y otra conferencia. Dicho esto, los primeros están completando una temporada digna de elogio. Si bien en un principio, mostraban un bloque más sólido que el de años anteriores, lo cual constituía indicio para un previsible repunte, el salto de calidad que han experimentado como conjunto ha sido notable. Y todo ello, a pesar de su mánager, Michael Heisley, que además de suponer una rémora para la franquicia, carece absolutamente de criterio, al menos en lo que a BA-LON-CES-TO se refiere.

Aplacando el hambre de los egos individuales y alimentando el espíritu de equipo, los Grizzlies vuelven a puestos de Playoffs. ¿Conseguirán mantener el tono durante la recta final?

Impresiones: en Memphis no hay nada seguro. Los Rockets vienen de encadenar una serie de buenos partidos, con un Kyle Lowry jugando a un nivel estratosférico y Phoenix ya mostró el pasado año su capacidad para obrar milagros de la mano de un Nash que sigue destilando una clase inconmensurable. Ojo. Mucho ojo.


Houston Rockets (9º equipo en el Oeste || 38-34)

La salida de Aaron Brooks de los Rockets no terminaba de parecer un buen negocio. Un base solvente y más o menos regular a cambio de uno más brillante pero menos aplicado. ¿El resultado? Kyle Lowry explota mientras Dragic cumple a la perfección con el papel de base en la sombra. Las victorias se suceden una tras otra para los de Houston y de pronto ven recuperadas sus aspiraciones a los PO, Memphis, Phoenix y New Orleans mediante.

A pesar de la pérdida —posiblemente definitiva— del gigante chino, los Rockets dan síntomas de recuperación, y miran al futuro con renovadas esperanzas. Desde los despachos, han congregado una camada de jóvenes promesas que comienzan a entenderse, desarrollan juntos su juego y prometen conformar un relevo más que fiable a los tiempos de Tracy McGrady y Yao Ming.

Impresiones: estos Rockets están demostrando que la clasificación no es una quimera. Si siguen apretando los dientes y no bajan los brazos, podrían dar alcance fácilmente a su competidor más cercano, los de Memphis, aunque no conviene vender la piel del Grizzly antes de haberlo cazado. Por otra parte, si fallan en esta empresa, siempre pueden intentar aprovechar la lesión de David West en detrimento de los New Orleans.


Quedan en el tintero nombres de franquicias como Phoenix Suns, Utah Jazz o Charlotte Bobcats, pero desde las limitaciones que impone la necesidad de elegir antes de analizar, considero haber escogido de manera más o menos acertada. El resto lo ponen ustedes. Es tiempo de quinielas, damas y caballeros.


Un saludo.

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