domingo, 22 de enero de 2012

Por debajo de 1,80

Cuando uno piensa en baloncesto en general, y en la NBA en particular, se le dibuja en la mente, de manera semiinconsciente, una imagen más o menos definida. LeBron James, Dwight Howard, Josh Smith... Gigantes que sobrepasan los dos metros, imponen su supremacía física sobre otros y machacan el aro a placer. Sin embargo, existe vida por debajo del 1,80.

De cuando en cuando, aparecen jugadores menudos, rápidos, extremadamente hábiles con el balón, con una capacidad de salto explosiva y, por norma general, un certero tiro desde la media y larga distancia. Verdaderos cracks en constante liza contra el destino y la naturaleza.

Tyrone "Muggsy" Bogues

El hombre pequeño por excelencia. Estableció el récord como jugador más bajo que haya vestido alguna vez una camiseta NBA con 1,60. Resulta cuando menos curioso que un jugador de esta estatura llegase a promediar un doble-doble en una de sus temporadas, con poco más de de diez puntos y asistencias. Sobre todo si tenemos en cuenta que lo hizo contabilizando más de cuatro rechaces por encuentro. Su etapa más prolífica fue la que pasó en Charlotte Hornets, franquicia que inauguró tras el draft de expansión de 1988. Su fuerte era la velocidad, amén de una capacidad innata para dar el pase extra al compañero que lo demandase. Como curiosidad, podemos reseñar que militó en los Bullets junto al jugador más alto de la historia de la NBA, Manute Bol, formando una extraña pareja.

Spud Webb

Otro de los bajitos ilustres en el mundo del balón de caucho fue Spud Webb. Entre sus logros, se cuenta el de, desde su 1,69 de altura, anotar 16 puntos por partido en la temporada de 1992. Sin embargo, si por algo es recordado a día de hoy es por su habilidad característica para los mates. Es, hasta el momento presente, el jugador más pequeño que haya levantado jamás el trofeo de este concurso en el fin de semana de las estrellas. Aquel encuentro, muy anterior a la degeneración que carcome este acontecimiento en nuestros días, será siempre conmemorado como uno de los más representativos en la historia de la liga.

Earl Boykins

Lentejita Boykins, que diría un tipo calvo y bonachón pertrechado con una pajarita de vivos colores. Tras Muggsy, el segundo más bajo que haya debutado en la NBA. Si bien no sostiene el récord de altura, sí hace lo propio con el de peso. 60 kilos de jugador, ni más ni menos, sobreviviendo entre mastodontes que flirtean con casi el triple de esta cifra. Todo un trotamundos que, a día de hoy, es agente libre tras haber militado en nueve equipos diferentes. Superó los 15 cartones por choque allá por 2007, en su cuarta temporada en los Denver Nuggets. 

Avery Johnson

El pequeño general ejerció de temporero durante buena parte de su periplo en la liga. Utilizado como moneda de cambio en numerosas ocasiones, y tras atravesar innumerables vicisitudes, terminó por agenciarse un anillo interpretando el papel de secundario de lujo en el primer título de los Spurs. Su capacidad para desentrañar los secretos de este deporte no se perdió del todo tras su retirada, pues terminó recalando en el banquillo de los Mavericks, aunque sin cosechar demasiados éxitos. A día de hoy, ejerce de técnico en los New Jersey Nets.

Nate Robinson

Como Kryptonate, principal protagonista de un guión bochornoso, evidente y sumamente cuidado detrás del Slam Dunk Contest de hace tres años. Pero nuevamente, nos encontramos ante otra historia sobre la que otros ya han vertido ríos de tinta.
Como Nate Robinson, un jugador de 1,75 con un salto vertical increíble, tres veces campeón del concurso de mates, capaz de exhibiciones de soberbia anotadora cuando la situación lo requiere, y, por qué no decirlo, un showman de aquellos que triunfan al otro lado del charco.

Son todos los que están, mas no están todos los que son. Por el camino, nos dejamos a Calvin Murphy, Damon Stoudamire, Michael Adams y otros tantos que quedan en el tintero, esperando a recibir su humilde homenaje aquí o en cualquier otro lugar. Limitaciones de formato, extensión y, por encima de todo, tiempo. Cada cual tiene sus debilidades, sus jugadores fetiche, digamos. 

Aparezcan o no en este, nuestro rincón, todos estos pequeños pioneros son los verdaderos luchadores de este deporte. Aquellos a los que no les tiembla el pulso a la hora de mirarle a los ojos a las circunstancias y desestimar las limitaciones que éstas puedan imponerles. Valientes que escogieron el camino menos fácil. 

Verdaderos gigantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario